Fiesta: 3 de marzo
Canonizada: 1 de octubre, 2000
Beatificada: 20 de noviembre, 1988
Venerada: 26 de enero, 1987


Catalina Drexel nació en una reconocida familia de Filadelfia en 1858. Su madre murió apenas unas semanas después de su nacimiento, pero su padre se volvió a casar, y ella y sus hermanas fueron criadas en una familia de profunda fe. A Catalina le enseñaron desde temprana edad a compartir lo que tenía con los necesitados.

A medida que crecía, también crecía su amor por Dios y por los demás. Ella centró su energía en el bienestar material y espiritual de los negros y de los indígenas de Estados Unidos, de cuya difícil situación se dio cuenta de un viaje al Oeste de este país. Ella empezó donando de dinero, pero pudo ver que aún quedaba mucho por hacer.

Durante una audiencia con el Papa León XIII en Roma, Catalina le pidió que enviara sacerdotes misioneros a los Estados Unidos para atender a los nativos americanos. El Papa le preguntó por qué no se convertía en misionera ella misma.

Así, Catalina fundó las Hermanas del Santísimo Sacramento para los indios y la Gente de Color en 1891. Ella y las Hermanas trabajaron para mejorar las vidas de aquellos a quienes servían. Desde sus 33 años hasta su muerte en 1955, Catalina dedicó su vida y una fortuna de 20 millones de dólares para este trabajo.

En 1894, Catalina abrió la primera escuela de la misión para los indígenas en Santa Fe, Nuevo México. Rápidamente, más escuelas siguieron, sirviendo los nativos y los negros. También se crearon escuelas para capacitar a los maestros, y fundaron la Universidad de Xavier en Nueva Orleans, la primera universidad católica negra en los Estados Unidos. En el momento de su muerte, más de 500 Hermanas enseñaban en 63 escuelas de todo el país.

Catalina fue canonizada por el Papa Juan Pablo II el 1 de octubre de 2000. Ella fue la segunda persona nacida en los Estados Unidos que fue nombrada santa.