Domingo Savio (Español)

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Festividad: 6 de mayo
Canonización: 12 de junio, 1954
Beatificación: 5 de marzo, 1950
Veneración: 11 de julio, 1933

No siempre es fácil ser distinto que los demás, pero Domingo, nacido en 1842, era diferente. Incluso cuando era niño, tenía una fe bien grande. Sus padres le enseñaron lo importante que era para él poner a Jesús primero en su vida. Tenían otra meta para Domingo. Querían que él aprendiera a leer y escribir, algo que ellos no podían hacer. No podían pagar para enviar a Domingo a un internado, y no había escuelas públicas en su pequeño pueblo italiano de San Giovanni di Riva. Domingo pasó sus días en las calles. No parecía que iba a tener un buen futuro.

Un sacerdote llamado padre Juan Bosco dedicó su vida a la educación de los niños pobres. Él les ayudó a aprender un oficio para que pudieran ganarse la vida cuando crecieran. Cuando Don Bosco conoció a Domingo, lo impresionó la fe de Domingo y su entusiasmo aprender.

Don Bosco invitó a Domingo a asistir a la escuela que él había fundado recientemente. Esto significaría mudarse de casa, pero los padres de Domingo le dieron permiso. ¡Era una gran oportunidad para su hijo! Domingo estaba entusiasmado, también. Él sabía que si él era un buen estudiante, con el tiempo podría convertirse en sacerdote y acercarse aún más al Señor.

En el colegio, Domingo se volvió más religioso. Realizaba visitas a la iglesia varias veces al día. Durante su Primera Comunión tomó la determinación de asistir a la confesión y la comunión con frecuencia. A veces dejaba de comer para tener más tiempo para orar. Los otros estudiantes se burlaban de él. Don Bosco le dijo a Domingo que el camino hacia la santidad era ser feliz y ayudar a otros a encontrar la felicidad. Domingo puso las palabras de Don Bosco en acción. Se convirtió en un buen amigo para todos los estudiantes y encontró la manera de ayudarles con sus estudios o tareas. Le pidió a Don Bosco que le ayudara a convertirse en santo.

Cuando Domingo tenía 14 años, se puso muy enfermo. Hoy tenemos medicamentos para tratar la enfermedad que Domingo tenía, pero no había nada que pudiera ayudarle en aquellos días. Murió en paz justo antes de cumplir 15 años después de recibir el Sacramento de la Unción de los Enfermos.

El padre Juan Bosco, quien más tarde fue canonizado, escribió la historia de la vida de Domingo. Domingo fue nombrado santo en 1954, casi 100 años después de su muerte. Fue el más joven no mártir en ser declarado santo en la Iglesia. Algunas personas pensaron que no había vivido lo suficiente para ser considerado para la canonización. Pero el ejemplo de Domingo nos enseña que no importa la edad que tengamos, podemos servir al Señor en pequeñas cosas todos los días.

El Papa Pío XII describió a Santo Domingo Savio como alguien “de tamaño pequeño, pero un gigante en espíritu”. Él es el santo patrón de los niños de coro y delincuentes juveniles.

Conexión con Sean Mis Discípulos®
Grado 5, Capítulo 21

Conexión con Bendecidos®
Grado 1, Capítulo 13

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